Si de principio no se me ocurre nada, la tomo como ejercicio. Lo que hago es decir que visualizo en la imagen y luego surgirá la historia (publicada al pie).
- Veo un hombre de unos 40 años, podría llamarse Javier.
- Ejecutivo con un alto puesto, lo deduzco por su bata de seda y las pantuflas o es un escritor por las hojas en blanco en la entrada de la primera puerta.
- Su andar no es erguido, muestra que hay algo que le preocupa y parece no le deja dormir.
- Lleva en su mano un Té u otra bebida.
- Sale de una habitación iluminada para entrar a otra igual, cuyas puertas están abiertas, las separa un pasillo que se mira lúgubre, sin luna, con un cielo oscuro.
- De la estancia que sale puede ser una oficina, por los papeles que se miran y se dirije a otra, tal vez su cuarto para descansar.
- Una lámpara de mesa esta puesta en el suelo, se encuentra a la entrada de la otra habitación.
"Oscura soledad estoy viviendo la misma soledad de tu sepulcro"
¡Eureka! la anterior puede ser mi frase de partida.
***
Así quedó mi participación:
"Oscura soledad estoy viviendo la misma soledad de tu sepulcro"
Desde que Eloisa murió, hace unos meses, Javier no volvió a ser el mismo, vaga por su casa como alma en pena, enfundado en su bata de seda y pantuflas.
Es un escritor reconocido, pero ha perdido la inspiración. En su escritorio y oficina quedan por todos lados las hojas en blanco tratando de hacer otra novela, pero la musa no aparece. Le llega la madrugada y con un té para dormir, camina hacia su habitación. El pasillo que comunica ambas estancias, se le hace eterno, lúgubre y es porque su mente se traslada al campo donde está sepultada su amada.
Es hasta que llega a la entrada y mira la lamparita en el suelo, que vuelve a la realidad, ingresa a esa entrada iluminada, donde espera le llegue el sueño.
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