Mostrando entradas con la etiqueta microrrelatos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta microrrelatos. Mostrar todas las entradas

viernes, 20 de octubre de 2017

Microcuento: Triste realidad

El reto en la página Microcuento debe integrar las siguientes palabras en el orden que se desee:

El tiempo. Todo. Locura.

Así quedó:





También te puede interesar:


viernes, 3 de marzo de 2017

Año 1922

En base a la siguiente fotografía debemos realizar una pequeña historia. Nos lo propone el blog Escribe Fino en este viernes creativo.



Ayer enterramos a mi abuela, era el timón de nuestro barco familiar, su buena educación y su don de gentes, la ayudó a resolver de la forma más pacífica, todos los conflictos que se le presentaban.

Hoy estoy en su casa, resolviendo que hacer con sus pertenencias. He sacado un momento para ver este álbum que desde niña me ha encantado, cada foto me transporta al pasado con  las historias que ella me contaba. ¡Es fascinante! Lo conservaré.



Mi favorita, es ésta, su primer día de clases en el año 1922, contaba que llegó con toda la ilusión a ese internado de señoritas donde le enseñaron, además de lo académico, a ser una buena esposa y madre.

Muy ilusionada sale de ahí para casarse con el Coronel Samudio, hombre chapado a la antigua y que nunca la valoró, sin embargo, ella lo amó y respetó. Quedó viuda muy joven pero no se volvió a casar.

Durante muchos años se reunió con sus compañeras en ocasiones especiales o cuando los maridos se iban a la guerra.

Acabó la guerra, pasó el tiempo y se preguntaba:

—¿Por qué no nos hemos vuelto a reunir?.

Lo que nadie le quiso decir, es solo ella quedaba de aquel grupo.


Me encantará leer tu comentario.


También te puede interesar:

martes, 28 de junio de 2016

ASÍ QUE QUIERES SER ESCRITOR? de Charles Bukowski

Si no te sale ardiendo de dentro,
a pesar de todo,
no lo hagas.

A no ser que salga espontáneamente de tu corazón
y de tu mente y de tu boca
y de tus tripas,
no lo hagas.

Si tienes que sentarte durante horas
con la mirada fija en la pantalla del ordenador
ó clavado en tu máquina de escribir
buscando las palabras,
no lo hagas.

Si lo haces por dinero o fama,
no lo hagas.

Si lo haces porque quieres mujeres en tu cama,
no lo hagas.

Si tienes que sentarte
y reescribirlo una y otra vez,
no lo hagas.

Si te cansa sólo pensar en hacerlo,
no lo hagas.

Si estás intentando escribir
como cualquier otro, olvídalo.

Si tienes que esperar a que salga rugiendo de ti,
espera pacientemente.

Si nunca sale rugiendo de ti, haz otra cosa.

Si primero tienes que leerlo a tu esposa
ó a tu novia ó a tu novio
ó a tus padres ó a cualquiera,
no estás preparado.

No seas como tantos escritores,
no seas como tantos miles de
personas que se llaman a sí mismos escritores,
no seas soso y aburrido y pretencioso,
no te consumas en tu amor propio.

Las bibliotecas del mundo
bostezan hasta dormirse
con esa gente.
No seas uno de ellos.
No lo hagas.

A no ser que salga de tu alma
como un cohete,
a no ser que quedarte quieto
pudiera llevarte a la locura,
al suicidio o al asesinato,
no lo hagas.

A no ser que el sol dentro de ti
esté quemando tus tripas, no lo hagas.

Cuando sea verdaderamente el momento,
y si has sido elegido,
sucederá por sí solo y
seguirá sucediendo hasta que mueras
ó hasta que muera en ti.

No hay otro camino.
Y nunca lo hubo.



También te puede interesar: