viernes, 3 de marzo de 2017

Año 1922

En base a la siguiente fotografía debemos realizar una pequeña historia. Nos lo propone el blog Escribe Fino en este viernes creativo.



Ayer enterramos a mi abuela, era el timón de nuestro barco familiar, su buena educación y su don de gentes, la ayudó a resolver de la forma más pacífica, todos los conflictos que se le presentaban.

Hoy estoy en su casa, resolviendo que hacer con sus pertenencias. He sacado un momento para ver este álbum que desde niña me ha encantado, cada foto me transporta al pasado con  las historias que ella me contaba. ¡Es fascinante! Lo conservaré.



Mi favorita, es ésta, su primer día de clases en el año 1922, contaba que llegó con toda la ilusión a ese internado de señoritas donde le enseñaron, además de lo académico, a ser una buena esposa y madre.

Muy ilusionada sale de ahí para casarse con el Coronel Samudio, hombre chapado a la antigua y que nunca la valoró, sin embargo, ella lo amó y respetó. Quedó viuda muy joven pero no se volvió a casar.

Durante muchos años se reunió con sus compañeras en ocasiones especiales o cuando los maridos se iban a la guerra.

Acabó la guerra, pasó el tiempo y se preguntaba:

—¿Por qué no nos hemos vuelto a reunir?.

Lo que nadie le quiso decir, es solo ella quedaba de aquel grupo.


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lunes, 20 de febrero de 2017

Uno para el otro

Cada viernes, en la página de Escribe fino, nos invita a realizar un relato a partir de una imagen.

A continuación la imagen y mi participación en el siguiente link



Camila está feliz de haberse topado con Héctor en su vida, ambos comparten el gusto por ese ser especial, el cerdito.

Muchos pretendientes tuvo Camila, pero a ninguno le agradaba Porky, y ella lo había dicho:

—¡El día en que me case, será con un hombre que comparta mis mismos gustos!

Casi en la menopausia de su vida es que aparece Héctor, un caballero entrado en años y con su misma convicción, fue amor a primera vista, no solo entre ellos, sino que también con sus consentidos. 



Decidieron realizar la boda lo antes posible y por supuesto sus mascotas Porky y Piggy, llevaron las arras y el velo.

Como no confiaron en nadie para dejar a sus “hijos”, también los acompañarían en su viaje de bodas.

Pero no contaban que “los chicos” al no estar acostumbrados a salir de la granja, tenían miedo a lo desconocido y se resistían.

Aún así, a rastras llegaron a la gran ciudad, que los esperaba llena de luces y vehículos por doquier.

Asustados, los cerditos provocan muchas travesuras, que harán que sus padres quieran regresar a la granja cuanto antes.

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viernes, 17 de febrero de 2017

Plan día doce en Cielo Roto de la Boca del Monte

Reto mes de febrero en literautas.com, corresponde en realizar un texto de menos de 750 palabras que integre estas 12tango, roedor, escalera, talismán, alianza, frasco, viuda, regalo, naranja, mañana, secreto, doce.
Plan día doce en Cielo Roto de la Boca del Monte
(cuento)


Porfirio "el Caja Fuerte" Piedra y Samudio "el Mano'e Relojero" Brenes, quieren llevar a cabo un plan para romper con la rutina de su ciudad.

— ¿Qué situación se les presenta a pesar de estar concebido con tanta malicia?

— ¿Será que hay algo que se los impida en el último momento?

***

Cielo Roto de la Boca del Monte, es un pueblo pequeño que se encuentra alejado de la capital, se distingue por ser organizado, con calles muy limpias, estructuras y puentes bellamente decorados, cuenta con Municipalidad, iglesia, parques, entidades bancarias, supermercados, tiendas y demás comercios.

En esta villa nunca acontece nada extraño que altere el orden. El único problema, es el clima, tienen pocas horas de sol al día, por lo que la lluvia llega cuando menos se le espera, por ello, el nombre con que fue bautizado el poblado.

Todos se conocen y es usual escucharlos llamarse coloquialmente por el apodo, mismo que denota algún atributo de su personalidad.

***




A unas cuadras de allí, beben aguardiente y escuchan un tango, Porfirio "el Caja Fuerte" y Samudio "el Mano'e Relojero", conversan sobre un "plan secreto" a poner en práctica, que cambiará la monotonía de ese lugar.

—Desde hace unos días, deambulo sin rumbo fijo y siempre termino en la misma banqueta, comiéndome una naranja y pensando: ¡Algún día me atreveré!— expresa Samudio.

—¡Sabes, también he tenido esa misma intención al pasar por ahí! —exclama Caja Fuerte reforzando la idea, y se frota las manos con satisfacción, pues tiene la certeza que al lado de su compañero podrá llevarlo a cabo.

—Entonces, —dice el primero con esa malicia que lo caracteriza— planifiquemos con mucha precaución: fecha, hora de llegada al sitio, elegir el banco, la acción a desempeñar cada uno y estar preparados ante cualquier inconveniente si nos descubren.

—¡Será el doce! Es la celebración del patrono de las cosechas y todos estarán reunidos muy temprano en la iglesia, trabajaremos con tranquilidad y cuando salgan de ahí, ya todo estará consumado —responde con satisfacción.

Ultiman detalles y ambos se muestran de acuerdo.

—¡Sellemos esta alianza! —Dicen al tiempo que levantan y chocan los vasos.

***

Señalado con un círculo en el almanaque, llega el día esperado.

Están emocionados y nerviosos, es una mañana que se les muestra como un lienzo en blanco.

Para comenzar con el plan, visten con traje que les aporta facilidad de movimiento y unas botas livianas.

Completan el atuendo con unas gafas.

—¡Van perfecto! —exclama "el Caja Fuerte" mirándose sonriente en el espejo.

Mientras desayunan apresuradamente, observan como los rayos de sol al penetrar por una hendija, iluminan el frasco de vidrio que está al centro de la mesa, cuyo interior guarda un roedor de resina, la “mascota” de su jefe.

—La viuda lo trajo como un regalo del difunto —recuerda uno de ellos con nostalgia. Todo lo que él se proponía, salía bien si llevaba ese talismán consigo —agrega.

Pero el día en que murió fulminado por un rayo, le había dejado en casa —rememoró Samudio. Por lo que te encargo llevarlo en esta misión para tener la suerte necesaria —añadió levantándose de la mesa.

Toman las herramientas necesarias para ejecutar la tarea, entre ellas: la escalera, bolsas plásticas, guantes y las pistolas cargadas para la ocasión.

Al salir a la calle, observan una que otra nube oscura en el cielo, como si fuera a llover pronto, por lo que quieren apurar el asunto.

Han llegado al lugar de su objetivo, no hay persona a la vista, momento idóneo para comenzar a ejecutar el acto, y en ese momento los asusta un ruido tan fuerte como salido de una escopeta.

Vuelven la mirada hacia el sector de donde proviene y se dan cuenta con asombro, que es un relámpago, seguido de un fuerte aguacero, que ya para ese momento los está alcanzando.

—¡Nooo! Cómo es posible que tengamos que abortar este magnífico plan —vocifera con enojo "el Mano'e relojero", se vuelve a su amigo y le pregunta:

—¡¿Caja fuerte, será que no trajiste el amuleto?!

Como respuesta, baja un poco la cabeza y la mueve despacio de un lado a otro, con la actitud del que sabe cometió un error.

—¡Ves! ¡Te lo dije, sin él las cosas no salen bien! —añade Samudio alterado.

No les queda más que recoger los implementos y regresar a casa, mojados y entristecidos, estos empleados del municipio, que vieron frustrado su propósito.

El de pintar los bancos del parquecito.

***
Este texto junto a comentarios de los compañeros leerlos aquí

Imagen tomada de la web.


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viernes, 10 de febrero de 2017

Infiel con guante virtual

***

Las tres de la tarde, ambos llegan puntuales a la cita. 

El tiempo pasa rápido, no se dan cuenta de la hora.

El esposo regresa del trabajo.  Ella se apresura a esconder a su amante.


Él nota su nerviosismo y atina al abrir el armario. Pero solo encuentra un portátil.




El microrrelato anterior, es mi participación en Cincuenta palabras, en ese link lo encontrará junto a los comentarios de los compañeros. Debido a la cantidad de participantes, saldrá hasta el 5 de marzo 2017.

Esta web cada día expone tres microrrelatos que reciben varios comentarios por parte de los compañeros. 

Al final del mes, un jurado escoge ocho para ser votados. No hay premio, solo la satisfacción de saber cual es el que más impacto tuvo.



Qué es un microrrelato?

Es una construcción literaria narrativa distinta de otros géneros como la novela o el cuento. Su principal característica es la brevedad del contenido y que en pocas palabras se cuenta toda una historia como el lector la imagine.


Comento la dinámica por si deseas participar

En Cincuenta palabras se publican relatos de exactamente 50 palabras, ni una más, ni una menos, nos da el link a un contador para estar seguros que contiene ese número de palabras.

Esto desde febrero de 2013. La idea proviene del mundo anglosajón, donde se los conoce como "mini-sagas". Las popularizó el escritor Brian Aldiss, que organizó un concurso en 1982 en The Daily Telegraph con 48.000 participantes que se convertiría en tradición anual.

¿Por qué tan breve? 

Para exprimir el lenguaje hasta la última gota, ya que cada palabra cuenta. El valor de la idea y la creatividad al expresarla tienen más valor que nunca. Es la esencia de la literatura, buena o mala, condensada en apenas un párrafo.

¿Por qué limitar el número de palabras? 

Lo atractivo de contar con un estándar para los relatos publicados es que todos podemos participar bajo las mismas condiciones; cada relato ocupa el mismo espacio que el anterior.

Además, cada mes un jurado elige ocho relatos que participan en una votación. Aquí más información.


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lunes, 6 de febrero de 2017

Reto 5 líneas, mi participación



Desde hace unos meses, cada día visito el blog Adella Brac, que entre otras secciones, llamó mi atención el desafío Reto 5 líneas, que propone cada mes en base a unas palabras que deben estar contenidas dentro de ese texto. Las reglas completas están aquí.

En febrero, al fin me he animado a participar, las palabras que debe contener la historia son: Consulta, nada y como.

Así quedó mi texto:




Era la primera vez que venía a mi consulta, no saludó, no dijo nada, solo se acostó en el diván y comenzó a detallar con lujo de detalles, el sueño que había tenido. Con horror constato que su relato es igual a la noticia que ha conmocionado a la ciudad esta mañana, como si hubiese estado allí. 


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martes, 17 de enero de 2017

Regalo de los Reyes Magos

Es el título que lleva mi escrito para participar en la página literautas.com, un taller literario gratuito para todos aquellos que disfrutamos escribir. Cada mes proponen un tema, se envía antes de las 00.00 horas (española) del día 15 del mes y es el 17 de ese mismo mes, que se expone la recopilación de textos.

Imagen tomada de literautas.com
Este enero correspondió al Taller de escritura #40, escribir sobre la temática "El grito", comenzando con la frase «Se giró al escuchar el grito» y como reto opcional, que se desarrolle en 5 segundos, relatados en cámara lenta.

Ya están expuestos los textos el mío es el #174, este mes hay 255 participantes, cada uno debe comentar tres vecinos y si desea algunos más. Esos comentarios a modo de críticas constructivas, es lo que nos hace crecer como escritores.

Dejo a continuación mi relato:




Regalo de los Reyes Magos
http://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-40/6996

Se giró al escuchar el grito de Elena, su esposa.

Segundos antes. Jaime se encuentra en la planta alta de la casa de campo, donde se hospeda junto a ella desde hace dos semanas. Viajaron allí a finales de diciembre, para celebrar su quinto aniversario y disfrutar de una segunda luna de miel.

En ese momento, estaba solo en la habitación principal, sentado en la mecedora, a la par de la ventana, le encanta esa ubicación, porque es por donde se cuelan los primeros rayos de sol, hoy lo acarician en esta fría mañana. Además, es desde allí que  observa el bello paisaje que se le regala como pintado por la naturaleza. Escucha el vaivén de los árboles y el trino de algún pajarillo. Coloca una patilla de las gafas en la boca, piensa que cuando sea mayor se retirará a vivir definitivamente a este lugar.

Se pone las lentillas para continuar con su rutina, recoge un libro que dejó sobre la mesilla de al lado, busca la página marcada el día anterior, para así, continuar leyendo junto a esa quietud cómplice.

Hipnotizado con el disfrute del ambiente y la lectura pronta a retomar, es en ese momento, que rompe el silencio el grito de Elena y lo saca abruptamente de sus pensamientos.

Entonces, como impulsado por un resorte, se levanta de la silla, suelta el tomo que cae al piso, voltea la cabeza hacia donde cree que éste proviene, en su cara se dibuja una mueca de preocupación que se deja ver aún más cuando se quita las gafas y su mirada se torna en agudizar el oído, para estar seguro que la había escuchado, al tiempo que avanza en dos zancadas la distancia que le separa hasta llegar a la puerta, da vuelta a la cerradura con nerviosismo, abre, sale al pasillo, mira a la derecha y hacia la izquierda.

—¡Ahhhhh!

—¡Ahí está el grito otra vez! ¡Y proviene de la planta baja! —dice para sí mismo

Instintivamente tira hacia un lado las lentillas y se despoja de las pantuflas, para desplazarse mejor mientras se desplaza como una gacela hacia la escalinata y en voz muy alta pregunta.

—¿Qué te sucede Elena?

En la carrera, el pijama que viste lleva la camisa arremangada y sin abotonar, que ante la velocidad al bajar los escalones de dos en dos, más parece que lo hace volar, tal cual una capa de superhéroe.

Sin llegar al final de la escalera, voltea su cuerpo al lado izquierdo, para sujetarse a la barandilla con ambas manos.

¡Y salta al otro lado!

Con la misma rapidez se dirige a la cocina, con la seguridad que por la hora está allí preparando el desayuno. De pie en la entrada, se sostiene al marco de la puerta, solo avanza su cabeza y pecho al tiempo que con impaciencia repasa con la mirada la estancia de un lado a otro y de su garganta sale un angustioso llamado.

—¡Elena! —no le responde

Al darse cuenta que no está allí ¡Su ansiedad crece!

Suelta el marco y con el mismo impulso que trae, va a la habitación contigua, ingresa y la busca como un loco. Mira la puerta entreabierta del baño, la termina de abrir.

—¡Aquí estás! —dice eufórico y con gran alivio.


La encuentra sentada en el WC con cara de felicidad, mientras observa una prueba de embarazo.



Leer aquí comentarios de los compañeros de literautas.com



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miércoles, 4 de enero de 2017

Urgencia

14 de febrero, son las ocho..., como cada noche, estoy delante de una taza de café caliente, abrazándola con ambas manos, cuando la llevo a la boca el humo casi me ciega.


Doy un sorbo, mientras pienso...

Siento la bebida que baja por la garganta, la necesito para levantarme, voy lentamente, casi sin fuerzas hacia la ventana.

Entreveo la luz de la cocina, me dirijo allí donde he puesto el computador, única compañía. No lo he apagado, desde aquel día, como si quisiera dar tiempo al tiempo, y lograr que pierda esa actitud de demora. Pero se eterniza, sigue allí, inexorable.

Tiemblo al tocar la tecla mientras releo lentamente lo escrito.


Querido Daniel



He creído oportuno comentarte como van las cosas por aquí. En la huerta hay nuevos retoños, las lechugas, los tomates y hasta los pepinos se han dado a la tarea de reproducirse.



En el jardín, las margaritas están cada vez más coquetas y ni que decir del girasol, cada vez más alto, hasta parece que quisiera besar las nubes.

Bobi ha dejado de ladrar a los vecinos, más bien se pasa el día con ellos; es que llegó Layla, sabes lo conquistador que se vuelve.

He repuesto la taza que habías quebrado, la otra estaba muy solita.

Tu almohada te echa de menos y es gracioso, tengo sospechas de que se entiende con la mía. La otra noche al ingresar al cuarto, las sorprendí enredadas, como en una función de contorsionismo. Hasta creo que estaban sudorosas, y a su alrededor encontré algunas plumas sueltas.

Y para más inri, el ojo de la cerradura se ha puesto insoportable, me hace guiños cada vez que me pongo el pijama.

Desde el día que marchaste, no he vuelto a cerrar el candado de la puerta, me da trabajo al abrir, parece que se estremece con tan solo el roce metálico de la llave.

Solo eso, que supieras... y que deseo ardorosamente... que vuelvas conmigo.


***
Lucía se dispone a dar al botón enviar, en ese momento un rayo estremece la instancia, queda a oscuras, en silencio..., solo alcanza a escuchar que alguien abre la puerta.


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